lunes, 6 de mayo de 2013

El fin (para mi) de la White Dwarf


Se acabó, dejo de comprar al White Dwarf. Sí, soy uno de los que aún la compraban, quizás por nostalgia o quizás por afán coleccionista, no lo se, pero la pasada revista del mes de abril será la última que repose en mis estanterías (a no ser, claro está, que mañana me invada un arrebato consumista, cosa muy probable...), y  me despido de ella con un sabor agridulce en los labios y con el recuerdo de revistas pasadas y de tiempos mejores.

Esta decisión no viene dada por la última decisión que ha tomado la compañía, Games Workshop, en esta semana (un decisión empresarial, por otro lado, que ha causado más revuelo del habitual por tratarse de una empresa a la que ya se le pasan pocas en la red), ni porque les odie (que no les odio), ni por nada así. La decisión es totalmente práctica: la revista ha dejado de ser útil. De hecho, dejó de ser útil hace años, y dejé de comprarla durante un tiempo solo para volver a recaer con un eterno "por si acaso vuelven a ser lo que eran"... nada más lejos de la verdad.

La verdad es que me da un poco de pena: conocí la revista casi a la vez que el hobby y, en una época sin internet, era muy de agradecer. Me encantaba pasar las horas mirando sus páginas, fantaseando con qué comprar entre la gran variedad de miniaturas que se podían ver entre sus páginas. Cada mes, BloodBowl, Space Hulk, Warhammer, Warhammer 40.000 o Necromunda, entre otros, se aglutinaban dentro de ese montón de papel, artículos y diversión (porque, sí, la White Dwarf era divertida: a los redactores se les solía ir la cabeza de vez en cuando y se hacían muchas 'locuras editoriales').

Recuerdo que una de las primeras revistas que tuve entre las manos fue la número 29 en la que hablaban, si no recuerdo mal, de alguna campaña de Warhammer (¿La Venganza de Drong? Creo que salían enanos en la portada). Además, Gorkamorka (uno de los mejores juegos que ha parido Games Workshop, injustamente olvidado) empezaba a asomar la patita y, en definitiva, había mucha variedad. Mucha. 

De pequeño no tenía mucho dinero (más bien nada) y me costaba mucho acceder a cualquier cosa de Games Workshop, pero hice acopio de voluntad con mi hermano y comenzamos a comprar, una vez tuvimos ya nuestra copia de Warhammer, la revista de forma continua. La primera que compramos, si no recuerdo mal, fue la número 35 (¿Salvajes del desierto en la portada?), donde comenzó una de las series de artículos que más me ha influenciado en el mundo de los wargames: la leyenda de los cuatro jugadores (de hecho, creo que ha influenciado a mucha más gente, si no, mirad en blogs como 'Cargad!' sus 'escaladas'), donde cuatro jugadores (entre ellos el mítico Paul Sawyer) montaban un ejército desde cero con un presupuesto limitado, pintando y jugando entre ellos mes a mes para ver quién era el mejor en todos los aspectos del hobby. 

Imagen de una de las revistas de 'La leyenda de los cuatro jugadores' obtenida del blog 'El descanso del Escriba'
Dejé de comprarla poco antes de que apareciera Mordheim (perderme la revista en la que regalaban al elfo fue un shock... ) y volví a sus páginas con la salida de Warmaster sólo para volver a dejarla un tiempo después, esta vez de manera un poco más definitiva, ya que dejé un poco de lado el mundo de las miniaturas en general, hasta el último año, que todo ha empezado a desbordarse un poco. 

Propaganda. Así podría definir la etapa actual de la White Dwarf. Propaganda que ni siquiera tratan de cubrir. Una revista que sólo sirve para presentar en cada página las novedades de la compañía y que, además, en vez de llenar completamente con artículos, salpican con publicidad 'tradicional' (páginas dobles con anuncios), como si de verdad les hiciera falta siendo toda la revista un caro panfleto publicitario. Informes de batalla que han perdido la gracia y tutoriales de pintura desfasados que solo buscan vender más productos de la omnipresente GW. De hecho, estuve pensando hacer un pequeño análisis en el blog de la revista todos los meses, pero acabé por decidir lo contrario tras caer en la cuenta de que siempre empezaría con "otro mes de publicidad de GW...".

Así que, ¿por qué seguir comprando papel higiénico que ni vale para limpiarse el culo a precio de oro? Además, los contenidos que se pueden encontrar en internet son, de lejos, más interesantes. Contenidos hechos por fans para fans desde el amor al hobby, como en los inicios de la WD. Foros, blogs, e-zines, youtube... todo está plagado de auténtico cariño hacia el miniaturismo, con noticias de todo el mundo, de todas las compañías, en tiempo real. 

Páginas como Cargad! o La Taberna de Laurana (por citar dos ejemplos de los que sigo habitualmente) con auténticos fans tras la pantalla que dan consejos (o los recopilan) de pintura, modelismo y táctica a años luz de lo que se puede ver en las páginas de la WD. 

En definitiva, un millón de alternativas a un producto que no ha sabido adaptarse a los tiempos modernos. No digo que no vaya a ser muy útil a los que empiezan de cero (de -5, diría yo...) en el hobby pero, para mi, es una de las cosas más inútiles del mundo. Adiós, White Dwarf. Siempre te recordaré como fuiste.

2 comentarios:

  1. No se si lo sabes, pero en enero han dejado de editarla en España...

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    Respuestas
    1. Sip, lo sé; ha coincidido con una bajada del 25% de las acciones de GW! (Espero que no tuvieras acciones de la compañía... XD)

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